(sesteoa: irailarak 14)
Baraibar es un Concejo perteneciente al valle de Larraun. Este municipio es un valle de la Navarra Húmeda del Noroeste situado al norte de la sierra de Aralar y por el que discurre la divisoria hidrográfica Cantábrico-Mediterráneo. El paso de una vertiente a otra se produce de forma suave, sin existir grandes elevaciones. Las aguas que vierten a través de la cuenca del Araxes al mar Cantábrico se sitúan al noroeste del concejo, mientras que el resto del término concejil vierte sus aguas al Mediterráneo a través de la cuenca del Arga. Debido a la naturaleza kárstica de buena parte del término, apenas son visibles cursos de aguas superficiales. Entre todos los manantiales destaca el nacimiento del río Ertzilla, en el término concejil de Iribas.
El coto de caza local matrícula NA-10.443 abarca los términos concejiles de Baraibar, Iribas y Alli, a excepción de la facería Iribas-Oderitz, de 185 Ha., que se excluye para su cesión al coto vecino de Oderitz, Madotz y Goldaratz, NA-10.124.
Esta zona mantiene tres cuartas partes de su superficie cubiertas por bosques y el resto de territorio está ocupado por pastos permanentes, siendo el maíz (Zea mays L.) prácticamente el único cultivo de herbáceas anuales que presenta una cierta extensión. Además, hay profusión de fresnos (Fraxinus excelsior L.) por todo el coto sin llegar a formar manchas forestales puras extensas. Esta abundancia de fresnos es debida a la cultura silvopastoril de la zona, ya que la gran mayoría fueron plantados para alimento del ganado. Así, es corriente verlos en setos vivos, bordes de caminos y carreteras y en grupos en zonas de pastizal en las que se mantiene ganado suelto. También abundan los avellanos (Corylus avellana L.), muy empleados antaño para los cierres entre prados. De lo anteriormente dicho se deduce que la actividad ganadera tiene gran importancia para la zona.
La acusada influencia oceánica del clima unida a la copiosidad de la precipitación media anual hace que la vegetación esté compuesta por especies higrófilas. Las áreas boscosas cubren el 76 % del coto, destacando sobre todo las frondosas. Las masas forestales más extensas del coto corresponden a los hayedos (Fagus sylvatica L.) que constituyen una prolongación de los de la sierra de Aralar. Se trata prácticamente de una mancha continua emplazada en la porción sudoccidental del acotado. La explotación secular del arbolado ha creado una gran heterogeneidad espacial en su fisionomía, alternándose zonas de bosque maduro con otras de árboles jóvenes en formación cerrada (mintegis). Habitualmente, estos se crean tras la entresaca (lantegi) de una zona comunal que posteriormente se cerca con alambre de espino (itxitura), de tal manera que se impide el acceso del ganado y se posibilita la regeneración del bosque. De este modo, los densos hayedos, una vez aclarados, se cubren de un tapiz herbáceo que con el paso del tiempo da lugar a zonas de sotobosque muy espeso que posibilita el refugio de numerosas especies de fauna. Además, hay hayedos abiertos con ejemplares viejos y trasmochos en muchos parajes del acotado (“Belute”, “Pagazelaieta”, “Ttutturrondo”, “Arriolatz”, “Balankaleku”, etc.) en los que pasta libremente el ganado buena parte del año y en los que predomina claramente el estrato herbáceo por debajo de las hayas. Estos viejos árboles dan cobijo también a un rico elenco de especies faunísticas.
En las partes bajas del coto hay algunos robledales, dominando los de roble americano (Quercus rubra L.) sobre los autóctonos, básicamente de roble pedunculado (Quercus robur L.). En algunos puntos estos robledales naturales se enriquecen con la presencia de castaños, arces, serbales, fresnos y olmos. La estructura de los robledales es mucho más compleja que la del hayedo con estratos muscinal, herbáceo y arbustivo más o menos desarrollados. Todo ello hace que estos robledales alberguen aún más especies animales que los hayedos.
Tanto en unos bosques como en otros hay un gran aprovechamiento de setas y hongos durante el verano y otoño.
Finalmente, los espacios abiertos del coto se caracterizan por un paisaje propio: la campiña. En este tipo de paisaje el cultivo mayoritario es la pradera (sustituida por el maizal en las zonas más llanas del coto) con parcelas rodeadas de setos arbustivos (de avellano o espino fundamentalmente) o arbóreos (fresnos, robles y algunas coníferas) y pequeños bosques intercalados. La presencia de setos vivos y bosquetes inmersos en la campiña representa un gran valor para la flora y la fauna locales.
Esta diversidad paisajística posibilita que el citado coto de caza atesore numerosos valores naturales. Nos vamos a centrar a continuación en las especies cinegéticas, puesto que el aprovechamiento cinegético reviste un especial interés en el Concejo de Baraibar. Las especies de caza principales presentes en el coto de Alli-Iribas-Baraibar son el jabalí (Sus scrofa) en caza mayor y las palomas torcaz (Columba palumbus) y zurita (Columba oenas) y becada (Scolopax rusticola) en caza menor. De importancia secundaria se aprovechan también corzo (Capreolus capreolus) y zorzales real (Turdus pilaris), alirrojo (Turdus iliacus), común (Turdus philomelos) y charlo (Turdus viscivorus).
El frente de Olabe-Postaan-Belute se encuentra en una situación privilegiada porque está ubicado estratégicamente para el aprovechamiento de la paloma migratoria y de las diversas especies de zorzal. Es un frente compuesto por 43 puestos palomeros que se extiende a lo largo de aproximadamente 3 kilómetros desde cerca de la muga con Albiasu hasta cerca de la alambrada que marca el límite de la sierra de Aralar. Buena parte de los puestos de este frente se sacan a subasta pública. La subasta pública se celebra anualmente en la casa concejil de Baraibar a finales de verano.
(sesteoa: irailarak 14)
USATEGIEN KOORDENADAK
COORDENADAS DE LAS PALOMERAS